domingo, 28 de julio de 2019

17. De reto pastoral a mejor amigo

Ya era conocido en Juan sus retos de ganarse la amistad  y enrumbar vidas de chicos problemas. En el ciclo diversificado del colegio los casos se volvían críticos. Desde rebeldes con causa hasta verdaderos casos delincuenciales, en 4to curso le pusieron un compañero que antes solo lo miraba de lejos en las peleas estudiantiles. Por su delgado cabello castaño que aparentaba calvicie lo llamaban Abu (abuelo). aunque en calle se hizo llamar Kuadra 89 y creó una agrupación de raperos con el mismo nombre. Este singular chico se atrevió a amenazar, robar y cruzarse en la vida de Juan, razones suficientes para convertirse en un reto pastoral, según la teoría misionera era necesario un proceso de culturización, es decir Juan debía empaparse y conocer todos los aspectos de la vida cotidiana de Abu, pero el aprendizaje y apoyo fue mutuo puesto que detrás de personalidades tan distintas había aspectos muy similares. Abu tampoco se crió con su padre, en su infancia también fue sobreprotegido por su madre Rosita, también comerciante en su humilde tienda, madre soltera al igual que las matriarcas de Juan. Mientras Juan luchaba con su diversidad sexo-genérica, Abu luchaba con su gusto por las drogas, ambos cargaban su cruz en silencio. Abu le apasionaba la cultura hip hop y las calles del barrio El Inca al norte de Quitu, fueron su escuela, pero su arte venia acompañado de delincuencia, drogas, adicciones y violencia de toda clase, el bebe tierno de la foto que tenia en la sala de su casa se convirtió en un aterrador delincuente juvenil. Por otro lado Juan un adolescente reprimido en religión, idealista de un mundo sin  violencias. Se juntaron ángel y demonio para equilibrar al uno con lo que le sobraba al otro. Así Juan recorre las calles desde la vivencia de los depredadores conociendo sus motivaciones, prácticas, necesidades afectivas y materiales, y debilidades detrás de aspectos hostiles, esto dio en Juan  herramientas para fortalecer su carácter para enfrentar al señor Guerrero y la discriminación social. Ya en 6to curso, junto a Abu, Juan se permitió experimentar algunas aventuras juveniles que en sus 18 años no pudo vivir, como fugarse de clases para jugar villar y tomar cerveza, aquellas primeras chumas hasta olvidar la dura vida real, ese fue el inicio de una transmutación humanista para pasar de inquisidor a verdadero misionero liberal. De hecho algunos curas y profesores le decían que termine con esa mala  amistad, a lo que Juan les respondía “acaso Jesús no vino por ellos”, también Abu no daba importancia a los comentarios y burlas de los compañeros sobre una supuesta relación homosexual. La tienda de Rosita se convirtió en albergue de Juan donde le compartieron cualquier alimento para no pasar el día sin comer, posada hasta pasar las chumas o luego de esas noches de búsqueda a Abu por las calles del Inca.  Rosita también será consejera y paño de lagrimas de Juan y la Matriarca Flery. Por otro lado Abu recuperó su calidad humana, al inicio puso limite a sus actos delincuenciales respetando poblaciones vulnerables, por apoyar a su madre fue a un retiro de Juan XXIII, para 6to curso Juan lo integró a las actividades del consejo estudiantil de los Fracas y a algo de actividad pastoral. Al poco tiempo aceptó su dependencia a drogas y asistió a AA. Mas de una vez, en medio de ataques de ansiedad le pidió a Juan que destruyera paquetes de droga. En los últimos meses del colegio se convirtió en defensor de Juan, a diferencia de Juan,  Abu no era pacifista mas bien despiadado. Y luego del colegio también continuaran la vida misionera en la parroquia Don Bosco. Con los años Abu tuvo una hermosa familia junto a una feminista izquierdista, triunfó como comunicador social y empresario. Sin importar los años y la distancia Abu dice con orgullo que su mejor amigo es gay. 



viernes, 26 de julio de 2019

16. Los Fracas

Los Fracas eran un puñado de chicos que el ciclo básico del colegio Don Bosco los encontró, de aficiones muy variadas, algunos deportistas, otros músicos, otros gamers, otros como Juan espirituales, pero el factor común era la participación en grupos juveniles extracurriculares, ya en el diversificado la mayoría escogieron la carrera de electricidad, por ello compartieron aulas con Juan, la amistad y actividades pastorales se fortalecían, casi siempre se preferían en vez de  las actividades académicas, como el grupo misionero DBK y la intensión de ir al año de voluntariado juvenil.
Ya en 6to curso se propusieron participar en contiendas electorales para consejo estudiantil. No todos tenían buenas calificaciones para ocupar un cargo pero se sabia que todos formarían el equipo de trabajo. Para presidente se ofreció Luis Muñoz conocido como “el chivo”, además de tener buenas calificaciones era un conocido saltimbanqui, con dotes de populista, así se inscribió la lista 5. Las listas opositoras decían que eran unos fracasados en sus actividades pastorales y académicas. Aprovechando eso se hicieron llamar “los Fracas” los de la lista 5, así en el debate el chivo, al estilo Hitler supo conquistar a todo el alumnado que mantenían los 5 dedos en alto, esto aseguró la mayoría de votos para que el consejo estudiantil de “Fracas” lleve a cabo en ese año muchas actividades positivas cargadas de labor social y actividad intercolegial. Entre muchas cosas resalta recolección de donaciones para misiones, la primera novatada, capacitación y enlace con la cámara de comercio, campaña de reciclaje, recolección de libros para crear una biblioteca comunitaria, y mucho mas que se podría dedicar un libro a las gestiones y acciones de los Fracas.




lunes, 22 de julio de 2019

15. Grupo Misionero DBK

Cada año lectivo en el colegio Don Bosco nacían y desaparecían muchos grupos juveniles, pero había un grupo misionero que se mantenía, existía desde antes que Juan ingrese al colegio y los mejores lideres de cada generación lo conformaban. Era el grupo misionero DBK, Don Bosco Kennedy, por supuesto Juan se puso la meta de ser parte de ese grupo, efectivamente en 5to curso el DBK reunión a los mejores lideres de diversificado, ingresaban algunos pero se mantenían pocos, solo los que realmente tenían vocación de servicio y tomaban en serio el tema misionero, casi siempre sus integrantes  aspiraban ir al año de voluntariado juvenil o planeaban continuar la vida misionera luego del colegio, por ello este grupo era el encargado de las representaciones intercolegiales y de participar en reuniones del Movimiento  Juvenil Salesiano a nivel nacional, lo necesario para esa opción de vida pero desgastante si no había la convicción, aquí se reunió a un puñado de amigos que convivían en el colegio hasta 12 horas diarias, inclusive fines de semana, que se volverán inseparables con el pasar de los años, los Fracas tienen su propio episodio. 



jueves, 18 de julio de 2019

14. Kerigma en misión Velasco


Muchos fueron los encuentros, formaciones y apostolados pero Juan solo pudo hacer su primera misión en 4to curso a los 17 años, tuvo que esperar 3 años hasta tener la oportunidad. Luego de mucha formación acumulada pasó la navidad del 2005 en la comunidad de Velasco, una población rural al noroccidente de Quito, tomó muy en serio lo aprendido, cual sacerdote junto a sus 14 compañeros misioneros del grupo Kerigma, que justamente significa primer anuncio, animado por un voluntario que lo llamaban “Pulga”, formaron un excelente equipo de trabajo pastoral, bendijo agua y con la misma bendijo cosechas, casas, cuadros y todo lo que la fe de la gente quería, oró por enfermes y familias, con sus compañeros organizó juegos y formaciones para niñes, jóvenes y adultes en distintos grupos,  Fueron 3 días geniales con limitados recursos pero nada de necesidades, las 14 personas dormían en el suelo en una bodega adentro de la iglesia, se alimentaron de galletas caducadas que alguna vez dio el gobierno como desayuno escolar, junto a colada de alguna harina regalada por el humilde pero generoso pueblo, llenaban el estomago con arroz preparado por los jóvenes mismo que salía como engrudo.
Entre tantos jóvenes juntos y mas de uno atractivos y con juegos fogosos no fue fácil desviar la tentación carnal, pero logró mantener el auto control ajustándose al momento y lugar. Ese fue el inicio para mostrar su capacidad en el trabajo pastoral de campo y aseguró el liderazgo de muchas actividades en los próximos 2 años. 



domingo, 14 de julio de 2019

13. Profesores del diversificado

A diferencia del ciclo de educación básica, en el diversificado los teólogos e ingenieros tenían una actitud mas tajante, en ocasiones hasta déspota y prepotente, en su intensión de concienciar al alumnado que ya estaban aprendiendo su profesión exageraban, reemplazando su calidad humana por una computadora, pues eso demanda el sistema industrializado de producción de capital, la cosificación de seres humanes. Para el idealista Juan eso significó varios problemas con la autoridad y la disciplina que afectó al aprovechamiento académico y pasaba a pleitos personales y venganza con algunos profesores, como el caso del Ing. Borja, un profesor de trigonometría que faltaba el respeto a diario a Juan, que recordaremos en futuros episodios.

Por otro lado estaban les profesores del área social, cuyo profesionalismo se multiplicó al igual que la admiración de Juan. Cabe mencionar las prácticas y paternales enseñanzas de Galo Moreno y Ramiro Sosa, docentes de química y física respectivamente, aunque Juan pasaba sus materias en supletorios el respeto se mantenía y primaba.

El compromiso y calidad humana de los docentes Estuardo Gallegos (matemática), Eudoro Oliva (inspector), Rosa Huilca (sociales) una profesora que se caracterizaba por su pasión por la verdadera historia latinoamericana.

Y en especial un amigo y guía de muches jóvenes, Jairo Eras, profesor de formación cristiana, coadjutor y aspirante a sacerdote, tenia mucha paciencia para enseñar temas logísticos de pastoral juvenil y consejo estudiantil, con mucha ética profesional  guardaba en su alma información confidencial de muches allegades a la parroquia Don Bosco, siempre tuvo una orientación equilibrada y afectuosa, sus consejos evitaron el suicidio de Juan, pues mantuvo viva la esperanza de llevar a cabo un proyecto de vida al presentarle la opción de continuar la vida pastoral parroquial luego del colegio, fue el quien integró a Juan al grupo misionero parroquial pero eso se contará a futuro. Con el tiempo Jairo decidió dejar el camino religioso y continuar su compromiso como laico y padre de familia, el padre que mas de 1000 jóvenes hubiésemos querido tener.



jueves, 11 de julio de 2019

12. Homofobia paterna y las primeras fiestas

Juan ya tenía 16 años, tenía pocas amigas de barrio, la familia Guerrero intentaban que conozca chicas a través de las fiestas del deporte barrial, donde los hermanos de Juan vacilaban chicas por montón, en especial Gerardo que cortejaba a muchas reinas de las ligas barriales, el padre siempre comparó a los hermanos para hacerle sentir mal a Juan. Sin embargo el adolescente aparte de detestar esas actitudes machistas tuvo que dejarle en claro a mas de una que no le interesaba amoríos con nadie. Su circulo social eran sus compañeros del colegio masculino Don Bosco, donde se revistió del carisma misionero para anular su sexualidad. El ignorante Señor Guerrero llegó a reclamar en reunión de padres de familia que su hije estaba con “actitudes raras” esto provocó la burla masiva del alumnado. Juan no había aceptado su sexualidad pero luego de esa reunión su padre lo saco del closet, fue algo de dominio público, como decían entre bromas de mal gusto “gay no por decisión sino por mayoría de votos”. Sin embargo Juan seguía negándolo todo.
Aparte de la homofobia paterna, Juan junto a su madrastra Cumi, tenían que aguantar todos los fines de semana, noches enteras de fiestas en casas barriales hasta que les boten del lugar al final del evento, en medio del frio, violencia típica de alcohólicos, y el nerviosismo constante de Juan ante los sensuales bailes de los deportistas y que su mirada no lo delate. Eran eternas y tormentosas noches de espera, que siempre continuaban en casa entre ruido, insultos y algunas veces violencia física por parte del Señor Guerrero.
Pero no todas las fiestas eran feas, Cumi y el Señor Guerrero tenían una porción de amigues, descendientes de las familias autóctonas del centro histórico de Quito, acostumbraban hacer fiestas retro privadas con rock clásico, luces y cueros por doquier, todo lo que le gustaba a Juan desde la infancia en aquellos mini shows junto a sus primes (Cap. 1 Ep. 8). Entre cierto nivel social acomodado el licor había de sobra y también una que otra sustancia que en aquel entonces Juan desconocía y temia, pero que el Señor Guerrero disfrutaba al punto de la inconciencia, terminaba dormido en algún rincón. Esto hacia posible el disfrute de Juan y Cumi junto al resto de fiesteros hasta que el amanecer les sorprendía, las primeras veces en la adolescencia que Juan se permitió expresar sus gestos sin miedo y bailar aunque nada sensual sino como niñe inocente.



lunes, 1 de julio de 2019

11. Diversificado desorientade

Luego de que el Señor Guerrero limitó tanto a Juan, con la única opción de las carreras técnicas que no le agradaba, y apasionado con la vocación salesiana y la pastoral juvenil, la única oportunidad de un proyecto de vida que divisaba era terminar los siguientes 3 años en el colegio Don Bosco, luego de ser bachiller, desaparecer de la casa y la vida de su padre, ir al año de voluntariado para luego seguir la vida sacerdotal, en realidad esto era una forma de  reprimir su sexualidad con el voto de castidad, como decía en aquellos tiempos “Para no vivir en pecado”. Ya se conocía que no tenía aptitudes para esfuerzos físicos, por ello la carrera de mecánica quedaría descartada, lo que quedaba era electricidad, con los años llegó a detestar las matemáticas. Sin más orientación ni opción vocacional terminó décimo curso con muchas dificultades académicas, cerró esa etapa de grupos pastorales, aventuras con amigos y amistosos profesores, para pasar a uno de los obstáculos más fuertes que tendrá en su vida, el diversificado y la formación como electricista, mientras otros estudiantes creaban cimientos de una carrera prometedora, en ocasiones para heredar una empresa familiar, Juan solo anhelaba que los siguientes 3 años pasaran para al fin llevar a cabo su proyecto de vida, pero antes se prometió dedicar su vida a la orientación profesional de juventudes, padres y madres de familia para que entiendan a sus hijes y no se repita en futuras generaciones lo que él tuvo que vivir, será uno de sus objetivos en su activismo social.