jueves, 9 de mayo de 2019

1. Incondicional compañera del señor Guerrero

Justo y necesario iniciar este nuevo capítulo y dedicar el primer episodio a otra mujer admirable y otra referente en la vida de Juan. Cumandá Vallejo, conocida por sus amigxs como Cumi, fue criada por su abuela, no tuvo una  buena relación con su madre, huérfana de padre. Proviene de una familia acomodada, pero que lleva la carga de la imagen ante la sociedad. Luego de la muerte de su abuela le tocó aguantar maltratos y violencia de todo tipo al pasar a vivir con una tía, esto le lleva a casarse muy joven, luego de 5 años de matrimonio abandonó a su esposo y a sus dos hijes, esto se convertirá en un sentimiento de culpa que no podrá perdonarse nunca y que se recriminará en cada sufrimiento durante toda la vida. Era la década de los 80s, Cumi vivía sola en el barrio San Roque, trabajaba como enfermera en la clínica Paster, joven y atractiva era conocida y cortejada por los artistas y deportistas del barrio, también vinculada a la liga deportiva barrial San Roque, entre tanto galán es conquistada por Gabriel Guerrero, que en aquel tiempo trabajaba en el municipio de Quito y luego pasaría a trabajar en Inecel. 

Con el pretexto de dejar de frecuentar hoteles en 1985 el Sr. Guerrero  renta un cuarto para sus encuentros, en el acuerdo no estaba que a la llegada de Cumi ya estaría domiciliado allí aquel hombre, así empiezan a vivir juntes, al inicio con aparente armonía, en palabras de él mismo “hasta amarrar la balsa” traducido como engañar y enamorar, al poco tiempo inicia su tormento diario al enfrentarse a la hipócrita y conservadora familia Guerrero, principalmente las propias mujeres machistas lideradas por Rosidna,   la madre de neo fariseos ya mencionada en el primer capitulo de este libro (cap 1 ep 3). Además  del alcoholismo, traición, violencia en todas sus formas, una vida de sacrificios al convivir con el señor Guerrero, que aprovechaba  los sentimientos de culpa y la preocupación del que dirán en sociedad siempre presentes en la vida de Cumi al punto de desarrollar una enfermiza dependencia afectiva. Entre las muchas infidelidades, en 1986 se enteró que el señor Guerrero estaba saliendo con Irma Pinto (cap 1 ep 1), que se convertirá en una inseparable sombra en la relación, inclusive después de su muerte en 1999. Con los años Cumi tuvo que recibir en su casa a les hijes de las amantes, primero a los medios hermanos de Juan aun adolescentes, y luego de la muerte de Irma recibió a Juan, ya vendrá un episodio para contar aquello, luego de unos años afrontará pobreza extrema debido al alcoholismo del señor Guerrero que ya estaba desempleado, y al feriado bancario que azotó el Ecuador,  sostuvo los gastos de la casa y hasta en gran parte corrió con los gastos de estudios de Juan vendiendo comida,  elaborando a mano banderas para las ligas deportivas barriales, espacio social donde era lideresa. Tuvo que  exiliarse en casa de su odiadora cuasi suegra Rosidna hasta poco antes de la muerte de la anciana, como es común en estos perfiles psicológicos las religiones y sectas aprovechan para dominar vidas, la línea evangélica invadió la vida de Cumi al punto del fanatismo. Finalmente logró reunirse con sus hijes y nietes, luego de 35 años de relación llego a su vejez junto al señor Guerrero en Santo Domingo de los Tsáchilas, sobreviviendo con una humilde pensión de jubilación como única recompensa luego de una vida de sufrimiento. 

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