miércoles, 15 de mayo de 2019

3. Amparo Medina, prima y madrina próvida

A pesar de las distintas creencias religiosas tanto en la familia Pinto como Guerrero, la que pesaba era la católica por ello Juan se preparaba para la primera comunión, a nadie le interesaba el significado moral ni espiritual, se preocupaban por los detalles de la fiesta y por encontrar padrinos apropiados a la vista de la sociedad. El Señor Guerrero tenía 3 hermanes, entre elles solo una de padre y madre, la mayor y más querida de él, Rosario Guerrero, casada por la iglesia con el Señor Medina, también de las familias de alcurnia de Ambato, un hombre machista, violento e infiel, pero con formación académica en el extrajero, dinero y prestigio, la pareja ejemplar para padrinos de primera comunión de Juan a los ojos de la sociedad. El compromiso estaba aceptado y la fiesta organizada, lo único que no estaba en los planes era que días antes del sacramento, el señor Medina dio una paliza a su esposa, en vista que los moretones en el cuerpo y el ojo morado era imposible de maquillar, Rosario prefirió escapar a España para que la sociedad no se diera cuenta, inolvidable aquella noche que llegó a casa de Juan, con una maleta y llena de golpes, contaba entre lágrimas lo sucedido mientras se disculpaba por no asumir el compromiso,  a la mañana dejaba el país. Por ello según la  tradición, debía   reemplazarle la hija mayor, Amparo Medina Guerrero, había el rumor que en juventud pasó por la guerrilla izquierdista de Alfaro Vive, que regresó a los caminos conservadores por una anunciación de la Virgen María luego de asistir el aborto de una compañera de lucha, comentaba que bautizaron al feto como soledad, si fuera consciente de todo lo que tuvieron que sufrir Juan y su madre Irma por no recurrir al aborto de Juan, no la hubiese llamado soledad sino esperanza. En verdad era una falsa feminista desconocida y despreciada por las auténticas luchas sociales, fanática religiosa seguidora de social cristianos al igual que el resto de la familia Guerrero desde tiempos de la abuela Rosidna (cap. 1 ep 3), dirigente próvida y homofóbica, casada con un hombre con las mismas creencias y de las mismas características del señor Medina, cumpliéndose el complejo de Electra según  dicta la psicología.

Juan a sus 12 años apenas estaba descubriendo su sexualidad, con la formación humilde de la familia Pinto no era consciente de la familia paterna de neo fariseos que acaba de conocer y que tendrá que enfrentar. En episodios futuros se detallará esa lucha social, en aquel tiempo no tenía ni voz ni voto, el hubiese preferido como madrina a alguna de sus matriarcas, pero en estas circunstancias la prima Amparo pasaría a ser madrina de primera comunión, cabe recalcar que la ostentosa ceremonia terminó en llantos, por un lado de Juan con su familia materna aún de luto, que volvió a ver pero que no las verá en algún tiempo más, y por otro lado del señor Medina que lloraba arrepentido de la huida de su mujer, como paño de lágrimas quien más sino Cumi, la madrastra buena (Cap. 2 Ep. 2) siempre aconsejando y pendiente de todo, en medio el señor Guerrero, padre de Juan, ya ebrio en calidad de bulto. Luego de la desastrosa celebración la madrina brillo por su ausencia hasta muchos años después que se convertirá en verdadero obstáculo. 



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